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         Dar con alegría es uno de los grandes privilegios que Dios ha concedido a sus hijos. Contribuir económicamente es una expresión de reconocimiento, adoración y gratitud a Dios por sus bendiciones y provisión.

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diezmos

El diezmo es un principio de la Santa Biblia que establece que el 10 por ciento de los ingresos de una persona debe entregarse o devolverse a Dios en confianza y gratitud por su provisión. Fue instituida como ley en el Antiguo Testamento, a través de Moisés. Como, en ese momento, la economía se basaba en la agricultura y la ganadería, el diezmo se daba de las cosechas y los animales. Está escrito, en Levítico 30-33:

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"La décima parte de la cosecha, tanto de grano como de fruto, pertenece a Dios el Señor, y le será dada. Si el dueño quiere recomprar alguna parte de esa décima parte, pagará el precio señalado, más una quinta parte "De cada diez animales domésticos, uno pertenece a Dios, el Señor. Cuando el propietario cuente su ganado y sus ovejas y cabras, cada décimo animal pertenece al Señor, cualquiera que sea la condición del animal. El propietario no puede cambiar un animal por otro sino si hay un intercambio, ambos animales pertenecen al Señor y no se pueden volver a comprar.

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Con respecto al diezmo, el profeta Malaquías escribió:

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Pregunto: “¿Alguien puede robarle a Dios?” Pero has estado robando y todavía me preguntas: "¿Cómo te estamos robando?" Me robas los diezmos y las ofrendas. Todos ustedes me están robando, y por eso maldigo a toda la nación. Yo, el Señor Todopoderoso, les ordeno que traigan todos sus diezmos a los almacenes del Templo para que haya suficiente comida en mi casa. Pruébame y verás que abriré las ventanas de los cielos y traeré sobre ti las más ricas bendiciones. No dejaré que las langostas destruyan tus cosechas, y tus vides darán muchas uvas. Todos los pueblos dirán que eres feliz, porque vives en una tierra buena y rica. Yo, el Señor Todopoderoso, hablo. Malaquías 3:8-12

Según el texto, el diezmo es un mandamiento y debe ser entregado para que haya provisión en la obra de Dios. Esta obra hoy está representada por la Iglesia. Como organización, cuenta con una infraestructura compuesta por activos, empleados y brinda servicios que demandan costo. Como ministerio, la Iglesia invierte dinero en personas y proyectos que tienen como objetivo establecer el Reino de Dios sobre la faz de la tierra. Todos estos recursos tienen su origen en los diezmos que entregan los miembros de la Iglesia.

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ofertas

La ofrenda, a pesar de tener también el carácter de donación de dinero y/o bienes, tiene un carácter diferente al del diezmo. Si bien el diezmo es un mandamiento, la ofrenda es voluntaria, se hace de acuerdo con el deseo del donante y se basa en su generosidad. El apóstol Pablo escribió:

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Acordaos de esto: el que poco siembra, poco recoge; el que mucho siembra, mucho cosecha. Que cada uno dé su ofrenda como haya decidido en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al dador alegre. Y Dios puede darte mucho más de lo que necesitas para que siempre tengas todo lo que necesitas e incluso más de lo que necesitas para hacer todo tipo de buenas obras. 2 Corintios 9:6-8